Hace unos días, Jumbo-Visma causó revuelo al revelar que meditaban no enviar a Jonas Vingegaard a defender su corona del Tour de Francia y como alternativa, darle los galones en el Giro d’Italia. No obstante, el danés tiene claro que quiere volver a suelo francés a demostrar que su victoria no fue cuestión del azar y que de hecho, le “sorprendería” que la idea fuera otra.

“Aún no hemos decidido que Jonas irá al Tour… Obviamente, creo que es bastante obvio que cuando ganas el maillot amarillo quieres defenderlo el próximo año, por lo que podría darse así, pero no lo hemos decidido en absoluto”, había recalcado Merijn Zeeman, que consideraba incluso que el trazado del Giro -presentado recientemente- se adaptaba a las características del danés.
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Y aunque cierto es que Jonas cuenta con la versatilidad ideal para brillar en un recorrido completo como el de la ronda italiana, lo cierto es que se deben establecer prioridades y cuando se es un campeón defensor de la carrera más importante del mundo, hay que volver allá para revalidar el título. Eso no se negocia.
Correr con el dorsal #1 en la Grande Boucle implica orgullo y motivación, pero también un reto de envergadura. “Ser el ganador defensor del Tour siempre es difícil, pero estoy preparado para el desafío”, anticipó Vingegaard, que es consciente de que por muchos factores, no será igual de fácil repetir victoria. “Sé que será cada vez más difícil ganarlo, pero eso es parte del desafío y ahora tengo la experiencia de ganar de mi lado”.
Incluso tiene unos tips personales para guiarse correctamente en el objetivo. “Sé que solo tengo que concentrarme en mí mismo, para ser lo mejor que pueda en el Tour de Francia 2023”, complementó quien también negó haber sufrido una explosión mental tras hacerse con el amarillo en París.