A nadie escapan los accidentes que Julian Alaphilippe sufrió en 2022. Por eso, lejos estuvo de sus espectaculares temporadas anteriores, cuando “se cansó” de levantar los brazos en todo tipo de escenarios.
Pero el ciclismo profesional no espera por nadie, y mucho menos Patrick Lefevere. El patrón de Soudal QuickStep (tal la denominación de la escuadra a partir de 2023) avisó a su pupilo que no tendrá paciencia con otra campaña pobre. “Lo quiero de nuevo en forma, me debe revancha”, dijo a La Dernière Heure.
Vale la pena recordar que Loulou sufrió caídas en Strade Bianche, Lieja-Bastoña-Lieja y la Vuelta a España. Todas ellas revistieron gravedad y/o lo apartaron de objetivos clave como el Tour o lo privaron de estar a tope en el Mundial. Como si eso fuera poco, tuvo Covid antes de la Vuelta. Lo que se dice un auténtico calvario.
Pero a Lafevere no le interesa. “Tiene el salario de un campeón, pero debe demostrar que todavía lo es”, espetó el belga. “No me importa que no sea campeón mundial, pero no ha ganado mucho los últimos años. Tuvo mala suerte, es cierto, pero la gente que tiene suerte es siempre la misma. Y la que tiene mala suerte también”, añadió.
Por último, el mánager de QuickStep anunció algunos objetivos del francés. “Si todo marcha bien, Alaphilippe correrá las clásicas flamencas, incluido el Tour de Flandes. Les recuerdo que pudo haberlo ganado en 2020, pero se cayó. Tiene con qué ganarlo”, analizó, para luego informar que también estará en las Ardenas.
Alaphilippe está acostumbrado a la presión. No en vano es una de las estrellas del pelotón desde hace años. Sin embargo, en 2023 tendrá un extra sobre los hombros, con la mirada atenta de su patrón encima y la misión de mantenerse sano y competitivo para volver por sus fueros.