Charles Leclerc disputó en el reciente GP de México su centésima prueba en F1, el monegasco, que aterrizó en 2018 bajo la protección de Ferrari deslumbró desde el primer día, lo que forzó a los de Maranello a tomar la decisión de ascenderlo a la Scuderia para su segunda temporada en F1. En 2022 ha tenido su primera tentativa mundialista, experiencia que se ha tornado harto dolorosa y que ahora repasa cuando se acerca el ocaso de un amargo 2022.
Progresión inadvertida
De este modo en una entrevista concedida a la edición italiana de Motorsport, Charles no niega que la presente campaña ha dejado con ganas de más a un equipo que se veía con opciones reales, pero tampoco la evolución de un equipo que viene de atravesar una época complicada, y que por primera vez en casi tres años ha conseguido victorias: “Hubiera visto este pronóstico como beneficioso, dado que 2020 y 2021 fueron dos años difíciles y confirmar un salto adelante en el rendimiento como lo que hemos hecho fue el resultado de un gran trabajo. Aunque no siempre ha ido como nos hubiera gustado”, valora el ‘16’, sobre una progresión innegable pero que finalmente genera más desazón que alivio.
A propósito del enturbiamiento de un año que prometía deparar grandes cosas para Ferrari, Leclerc ha admitido que su fulgurante comienzo de temporada le hizo soñar más de la cuenta: “Si pensamos en Bahréin, Jeddah y Melbourne, no hubo sucesos inesperados, al igual que en los test completamos todas las pruebas de invierno sin problemas. Una tendencia que luego se confirmó en las tres primeras carreras, por lo que después de Melbourne estaba convencido de que íbamos a poder pelear hasta el final”, admite el monegasco, sobre un sueño que duró poco más de 3 carreras.
Puntos débiles
En consecuencia, Charles ha analizado las áreas que más han lastrado al equipo esta temporada, en la que diversos errores consecutivos acabaron por condenar las opciones de los italianos antes de tiempo: “Tenemos que mejorar en la gestión de neumáticos, la comunicación, la estrategia y la fiabilidad, un problema que tuvimos que afrontar en la primera mitad de la temporada y que tuvimos que gestionar… Creo que eso Hemos avanzado un poco en comunicación y estrategia, especialmente en las últimas carreras, el equipo ha hecho un gran trabajo en estos aspectos y he visto el progreso”, prosigue el ganador de tres carreras esta temporada, esperanzado al igual que el resto de personal con volver más fuerte en 2023.
Piloto en crecimiento
Otro de los aspectos que ha sido ampliamente criticado esta temporada ha sido como desde dentro del habitáculo, Charles Leclerc también ha cometido errores garrafales como el accidente en Francia, o el no haber sido capaz de advertir como Sainz otros desaciertos por parte del equipo de estrategia, a lo que Leclerc reacciona valorando positivamente su mejoría como piloto en estos 5 años, y analizando su llamativa capacidad de autocrítica:
“Siempre he tenido este enfoque, en el pasado no siempre ha sido beneficioso, especialmente en los primeros años de mi carrera, porque admitía mis errores pero hacerlo al mismo tiempo me derribaba y no me hacía sentir a la altura, traté de convertir este enfoque de manera positiva, y creo que hoy se ha convertido en mi fortaleza, trabajo con transparencia”, comenta un Leclerc sobre su propio carácter y como domarlo para sacar lo mejor de sí mismo.
Finalmente, Charles fue preguntado sobre la milagrosa adaptación al nuevo concepto de monoplaza, que pilló desprevenidos al resto de rivales que batallaban mucho más que él contra sus propios coches en los primeros grandes premios. Así Leclerc ha aclarado que no todo fue frutó de la coincidencia:
“En los primeros meses también tuve que adaptarme, no fue una sensación inmediata, desde que debuté en la Fórmula 1 siempre había pilotado la misma generación de coches y tuve que cambiar algunas cosas”, señaló el piloto monegasco cuyo trabajo previo al inicio del campeonato fue toda una lección de esfuerzo y análisis a la hora de traducir las sensaciones en planes de trabajo:
“Hicimos un gran trabajo durante las pruebas de pretemporada, consiguiendo detectar inmediatamente los frentes en los que centrarnos y las necesidades de estos nuevos coches en términos de conducción. Ya en la primera carrera me sentí bien con el coche, tuve la sensación de poder sacar el máximo potencial que me podía dar”, finaliza Charles Leclerc, esperanzado en volver con la misma fuerza en el GP de Bahréin de 2023.