Por @amatiz12
Al igual que el resto del mundo ciclista, Tobias Foss quedó anonadado con su victoria en la contrarreloj individual del Mundial. Sin ser especialista batió a los mejores del mundo y se hizo con la conquista más importante de su trayectoria, algo que lo tiene viviendo un sueño que ni él mismo se imaginó en el mejor de los escenarios.
“Siento que estoy en un sueño, no me lo creo, esto es irreal”, describió sobre sus emociones tras confirmarse su victoria. “Tenía las señales, mis piernas estaban muy bien. Vine de Canadá con confianza en mi forma, pero esto es más de lo que esperaba”, rememoró, pues efectivamente en las clásicas canadienses, fue el mejor gregario de Wout van Aert.
“No soy el ciclista con más confianza, no me lo creí hasta que todos cruzaron”, dijo al ser preguntado sobre si creía que su registro era así de bueno. “Nunca me imaginé al cruzar que había hecho algo tan impresionante”, se sinceró de quien se esperaba fuera superado por Stefan Kung o Remco Evenepoel.
Parte del éxito se sustenta en la disciplina para reconocer el trazado, analizar los detalles y definir una estrategia ideal para rendir al máximo. “Tuve una muy buena preparación, trazaba bien, apretaba subiendo, tomaba aire en los tramos rápidos… Fue un plan perfectamente ejecutado”, redondeó el nuevo emperador de la contrarreloj individual.