El (nuevo) amanecer de las estrellas NBA

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Una noche de volver. La pre-temporada de la NBA, siempre con una sombra de dudas razonables, permitió ver el regreso sobre el parqué de tres nombres que otrora lideraron proyectos ganadores. Kawhi Leonard (Los Ángeles Clippers y 476 días de baja), Jamal Murray (Denver Nuggets y 539 días de baja) y Ben Simmons (Brooklyn Nets y 470 días de baja) llevaban más de un año fuera de ‘juego’ y vuelven a pisar el parqué. Tres redebuts para volver a ser a falta de La Bestia. Zion Williamson (New Orleans Pelicans) volverá a las canchas la próxima madrugada ante los Chicago Bulls tras su grave lesión.

Otros jugadores importantes que regresan tras pasar un año en blanco son John Wall con los Clippers (jugó 14 minutos y metió 5 puntos), Damian Lillard (jugó 23 minutos y metió 16 puntos con los Blazers tras 276 días de baja) y James Wiseman (número 2 del Draft 2020) con los Golden State Warriors.

Leonard firmó 11 puntos, 4 rebotes y 2 asistencias en 16 minutos de juego en la victoria de los Clippers ante los Trail Blazers (102-97). Murray terminó con 10 puntos, 2 rebotes y 2 asistencias en 14 minutos en la derrota de los de Colorado ante Oklahoma City Thunder (101-112). Y Simmons, uno de los más esperados, jugó 19 minutos con 6 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias ante su ex equipo, los Sixers que se llevaron el triunfo ante los Nets (108-127). Cosa que suponía uno de los momentos morbosos de la jornada.

Más allá de números y sensaciones del primer día, que no dejan de ser lejanas de su máximo dado la competitividad que se alcanza durante las temporadas, son jugadores para justificar proyectos aspirantes a ganar la NBA, o ‘corazones jóvenes’ de equipos que buscar subir en la liga, como los Pelicans. En otras palabras, el como ganar depende en buena parte de su presencia.

El salto de los ‘Big Three’

Kawhi Leonard es libra por libra el más diferencial de los cuatro. Sus dos cursos en Los Ángeles supusieron un salto cualitativo de un proyecto al que le seguía faltando algo más. Eso puede ser el regreso del ‘2’ y la vuelta de John Wall a la competición. Tres jugadores, sumando a Paul George, que elevan a cualquier equipo al estándar de favorito máximo. «No puedes decir que estuvo un año sin jugar», dijo Norman Powell sobre Kawhi, que es el diferente. Por lo que influye en las dos canastas, su físico prodigioso y la capacidad de defende a cualquier jugador del mundo.

Otro ‘Big Three’ que se completa es el de los complicados Brookyln Nets. Kevin Durant, Kyrie Irving y Ben Simmons, tres jugadores conflictivos de los que dudar está permitido. Los Nets no funcionaron por su uso excesivo del ‘ISO’ y un vestuario explosivo, pero Simmons les puede dar un punto más en defensa y la capacidad en diferentes posiciones sin estar abierto para servir a un equipo excesivamente individualista. Parece estar preparado. «Estuve un año parado porque lo necesitaba. En mi último partido no me podía ni mover, y ahora he conseguido rehabilitarme para poder competir», señaló.

La pieza para competir

En otra dimensión están Murray y Williamson, siendo absolutamente diferenciales. El canadiense provocó que los Nuggets alcanzasen sus mejores alturas competitivas junto a Nikola Jokic, estrella, líder y MVP, de la franqucia de Colorado. Fue en el complicado curso de la pandemia, pero sirvió para mostrar a un equipo ganador. Murray es una amenaza total en ataque -tanto perimetral como en carrera- y completa un equipo aspirante. No un animador. Porque Jokic solo no pudo.

Y Zion Williamson probablemente tenga el mayor techo de los cuatro que regresan, pero dada la posición de su franquicia es el jugador que daría a los Pelicans poder pelear en el ‘Salvaje Oeste’. A nivel individual, sus condiciones físicas en estado óptimo no tienen parangón por fuerza, velocidad, salto y capacidad ofensiva, pero es un equipo en el que se tiene que comprometer con un anotador total como CJ McCollum o con el líder Brandon Ingram, que ha asumido responsabilidad para ‘tirar del carro’ en momentos complicados. Zion, así, es una pieza a encajar.

Aunque, realmente, los cuatro tienen esa misión. Un año alejado de la ‘pista’ jamás facilita el trabajo a nadie y solo la adaptación es una tarea complicada a la par que peligrosa. Pero son estrellas y su regreso abre un nuevo ‘amanecer’ en la NBA. El nuevo año ya tiene un hecho a celebrar.

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