El Real Madrid perdió el primer partido de la temporada tras un pésimo arranque en Alemania, con el Leipzig golpeando duro su tibieza defensiva en dos saques de esquina. Pese a todo, pudo sacar algo más el equipo de Ancelotti del RB Arena, con buenas actuaciones de Asensio y Camavinga. No tan buenas de Vini y Rodrygo, a pesar de los goles de los dos brasileños.
VINI TIENE DEBERES
Anotó Vini el primer gol en la primera derrota de la temporada del Madrid. Lo que quiere decir es que si el empate fue una posibilidad tras una arranque nefasto fue gracias al brasileño, que hizo un gol extraño, pero hermoso, de cabeza. La cuestión es lo que no hizo, que es leer correctamente muchas situaciones del partido. Ya no es que falle o no goles, es que en muchas ocasiones no elige lo que más conviene al juego y a su equipo. Es, eso sí, un generador nato, un alborotador de primer nivel mundial, pero más veces de las necesarias toma decisiones erróneas. En cualquier caso, eso parece más fácil de aprender que la definición.
CAMAVINGA, UNA DELICIA
Es seguro que Tchouaméni jugará más que él, y seguramente con razón, porque en el fútbol de hoy su juego es más necesario. Pero Camavinga es una delicia de futbolista. Sus giros tras control tras recibir de espaldas deberían enseñarse en las escuelas, por mucho que él tenga más edad de estudiante que de futbolista cuajado. Es uno de los jugadores más divertidos de ver del Madrid, lo que es decir mucho en una plantilla con Modric, Benzema, Vini, Rodrygo o Asensio. Y tiene, como diría el gran Andrés Montes, la sonrisa del jugón. Un futbolista que vale el precio de la entrada.
EL BUEN CAMINO DE ASENSIO
Primera titularidad de Marco esta temporada, un fenómeno casi paranormal en un jugador de su jerarquía. Pero Asensio, tras un verano truculento y un arranque de temporada deprimente, parece haber encontrado el buen camino. Su jugada en el primer gol del Madrid define a un jugador agresivo, atrevido, vertical, algo que se ha echado en falta en demasiadas versiones del balear. Con el Mundial en el horizonte, su futuro en el Madrid puede ser diferente si persevera en el cambio de actitud.
LA PARTIDA DE NKUNKU
Hace tiempo que está en la libreta de Florentino y JAS, aunque la explosión de Vinicius y Rodrygo le complica un futuro de blanco. Pero no se equivocaban los informes. Nkunku tiene ese clic de los jugadores especiales, esa pellizco que distingue al jugador correcto del directamente diferente. Sí, pudo haber nacido para el Madrid, pero es muy posible que su partida de bautismo se haya traspapelado en algún despacho de Valdebebas.
FANTASMAS FAMILIARES
La salida del Leipzig hizo temer a muchos madridistas, ya curtiditos, revivir las viejas pesadillas en Alemania. Kaiserslautern, Hamburgo, Mönchengladbach y, por supuesto, Bayern de Múnich, fantasmas familiares para los madrileños que agitaron las sábanas con los goles madrugadores de Gvardiol (tremendo partido el del defensa croata) y Nkunku. Europa no perdona siestas, y menos si se mezclan con despistes en la defensa de dos saques de esquina. Pero los tiempos cambian, y cualquier parecido entre la vieja Copa de Europa y la impoluta Champions de hoy es más anécdota que norma. La derrota, de hecho, sólo daña la imagen del Madrid, cortando el histórico arranque de los blancos, y su bolsillo, pues UEFA no paga perdedores. Poco más. En otros tiempos, hubiera sido momento de crujir de dientes. Ahora, poco más que un manchón en el expediente.