Suiza sobrevivió a una floja primera mitad para acabar imponiendo su oficio táctico ante una efervescente Camerún. Fue precisamente Breel Embolo, original de Yaundé capital camerunesa, el que sentenció a su país natal tras una asistencia quirúrgica de Shaqiri.
Colmillo afilado de los ‘leones indomables’, apostados en su guarida aguardando el despiste de su presa. Suiza optó por la prudencia y un comedido ataque posicional, aunque falto de dinamismo y profundidad. No tardaron los errores en aparecer y Camerún lanzó a sus velocistas contra el veterano Yann Sommer. Entre Mbeumo y Toko Ekambi hicieron tiritar a los helvéticos en una rápida transición que el ex del Villarreal mandó al desierto en posición franca.
La apuesta africana se acentuó con el transcurrir del cronómetro: poca elaboración y verticalidad tras recuperación. Choupo-Moting aparecía por toda la parcela ofensiva y desperdició un mano a mano con Sommer que él mismo se generó. Akanji le ganó el cuerpeo. La ‘Nati’ gozaba del balón, aunque el peligro era camerunés. Hogland no aprovechó una buena triangulación y posteriormente Widmer se adelantó a Ekambi cuando se disponía a embocar un centro de Faï desde la derecha.
Las mejores oportunidades de los centroeuropeos llegaron en la estrategia. Widmer, primero, y Akanji, sobre el bocinazo del intermedio, no impactaron con claridad sendos córners botados desde el costado izquierdo.
Suiza acabó asustando y culminó la faena en la primera acción del segundo tiempo. Shaqiri recibió en la derecha, centró a los intestinos del área, donde Embolo, con sangre fría, remachó el 1-0. Nacido en Yaundé, el helvético de adopción no celebró su tanto.
Al verse por debajo en el marcador, los de Rigobert Song entraron en depresión y los helvéticos pudieron rematar la faena en dos acciones consecutivas de Vargas y Embolo, salvadas por Onana y Anguissa ‘in extremis’. Camerún perdió todo el fuelle exhibido en el primer tiempo y los cambios tampoco refrescaron a los ‘leones indomables’. Ya sin Choupo-Moting ni Toko Ekambi, los africanos ni se asomaron por el área de Sommer.