Las variantes que posee el técnico italiano, sobre todo con la llegada de Aurelien Tchouameni, y además con las bazas de Fede Valverde, Dani Ceballos, Camavinga ofrecen múltiples opciones para que el equipo afine la puntería, no ya sólo de cara a puerta, sino también para que el balón llegue en perfectas condiciones al compañero. Y hasta en esa parcela han mejorado en los últimos años de forma sustancial.
Sin extendernos demasiado en guarismos, la estadística insiste que el Real Madrid este año toca más que nunca. Sin embargo, hay un aspecto que sí difiere respecto del resto de temporadas y que dice mucho de cómo plantea los partidos este curso Carlo Ancelotti: el porcentaje de pases totales y buenos en campo contrario, según Opta, mejoran los números y porcentajes del curso pasado (2.209 por 1.756) e incluso los de la primera época del italiano en el banquillo blanco.
Un fundamento más del toque y de la renovada movilidad que propone el equipo blanco, en pugna con el estatismo que se le achacaba en otras épocas , es, como ocurrió ayer ante el Mallorca, el alto índice de disparos a puerta desde fuera del área. Sólo en la primera parte se contaron más de 15 tiros de los 22 que se llevaron a cabo durante el encuentro, como si de un pase extra de baloncesto se tratara. El objetivo ahora parece estar más claro que nunca: acabar jugada para recuperar y regresar a campo propio sin urgencias.
Este hecho, sin duda, viene de cine a esos jugadores que ocupan posiciones de cobertura, y como ocurrió también ante el Mallorca, el hecho de que no saliera al campo Aurelien Tchouameni dice mucho de que la línea medular blanca cuenta con efectivos y recambios contrastados, cuya adaptación parece ir viento en popa, cuando menos, en este primerísimo tramo del campeonato.
Competitividad y entusiasmo
La estela eufórica que hay en el madridismo parece ir viento en popa. El equipo sigue como acabó el pasado curso: ganando. Y pese a las bajas que se han producido, la plantilla no sólo no se ha resentido, sino que, además, los efectivos que han llegado han generado una competitividad extra, además del entusiasmo y las ganas de hacerlo bien y hacerse un hueco en el equipo.
El toque de Ancelotti se nota, y las buenas noticias siguen llegando a la disciplina blanca, aunque Lucas Vázquez se haya unido a Odriozola, Benzema y a Militao en la enfermería. Con todo, uno de los aspectos que preocupaba parece haberse medio resuelto: el gol, a pesar de la ausencia del delantero galo (dos goleadas a Celtic y Mallorca), cuya aportación en el apartado de pases es siempre indispensable.