Aparentemente, todo era alegría en Ducati en Aragón. Sus pilotos habían hecho un doblete, el Mundial de pilotos se acerca y el de marcas está ya finiquitado. Pero, por debajo de la superficie, había varias aristas muy diferencias. En el box de Gresini el júbilo era absoluto y se desató la locura cuando Enea Bastianini llegó a celebrar su victoria: ‘Hip, hip, hurra’, ‘Bestia, bestia, bestia’ gritaban entre abrazos, saltos y desatados brindis con prosecco a la par que desmontaban todo a gran velocidad para empaquetar destino a Japón.
Justo al lado, sólo con un pasillo de acceso a la pista en medio, en el garaje del conjunto oficial, los rostros eran muy serios, con el ceño fruncido. Hubo brindis y foto de rigor porque es lo habitual, pero ya no estaba ni Gigi Dall’Igna, que se fue a toda prisa para no perder un avión.
Antes, brevemente, el máximo responsable ‘ducatista’ había dicho que nada cambia en Borgo Panigale. «Claramente, habría sido mejor llevarse cinco puntos más para el título de pilotos, pero fue una gran jornada para Ducati. Enea se merecía la victoria. No creo que haya llegado el momento de hacer ciertas elecciones. Probablemente, más adelante y si hay necesidad de hacerlo, se hará», decía en Sky sobre dar órdenes de equipo.
Sin embargo, el disgusto que había en el garaje oficial puede hacer que estas afirmaciones duren poco. «Estamos contentos… a medias. Podemos estar contentos porque ganamos el tercer campeonato de constructores consecutivo, pero está claro que habría sido mejor para Ducati, para el equipo oficial, que Bagnaia hubiera ganado«, afirmaba Paolo Ciabatti, el director deportivo ‘rosso’ a MARCA.
En el global, es el cuarto de su historia, pero con ocho motos en la parrilla casi lo daban por descontado. Más aún viendo sus cifras: Ducati lleva 21 grandes premios seguidos estando en el podio con algún piloto. En Aragón igualaron ya su récord de 2021 de 24 puestos en el cajón. Hasta ahora suman 10 victorias de 15 posibles. Casi nada.
El ‘problema’ para los boloñeses está en que La Bestia todavía tiene posibilidades de ser campeón. Está a 48 puntos de Quartararo, con 125 en juego. Y tiene el ejemplo de Bagnaia de que se puede recortar, porque Pecco le ha limado nada menos que 81 puntos a Fabio en cinco carreras, justo las que quedan hasta el final.
Ciabatti, que fue diplómatico, tira de esos conocimientos para lidiar con la pregunta de si preferirían que el de Rimini ya estuviese descartado. «Sus posibilidades son muy pocas. Tendría que ganar mucho en cinco carreras y no es fácil, aunque está claro que, matemáticamente puede ganar el Mundial, como Aleix Espargaró», indica.
Eso sí, el dirigente italiano va un paso más allá de lo que aseguraba Dall’Igna y admite que se deben replantear ciertos aspectos, que ya no vale sólo con la consigna dada hace varias citas: respetar a Pecco, pero libertad para ir a ganar. «Ducati intenta ser siempre muy deportivo y, por lo tanto, dejar a sus pilotos hacer sus carreras, pero creo que para las próximas carreras tendremos que hablarlo, tener una conversación», exponía.
Ante la repregunta de si eso era dar órdenes de equipo, volvía la vena diplomática: «Tenemos que hablarlo». Cuestionado por lo mismo en motogp.com, no daba muchos más detalles: «Tenemos que maximizar las opciones de ganarle puntos a Fabio. Veremos qué pasa». Que cada cual lo entienda como quiera. El caso es que sus pilotos lo tengan claro.