La palabra tapón tiene varios significados. En lo que a este artículo ocupa me refiero al tercer significado que le otorga la RAE, es decir: “Persona o cosa que produce obstrucción del paso”.
Por paso entendemos obviamente que nos referimos al movimiento, al ir y venir, al entrar y salir, a la vida a fin de cuentas.
El boxeo enferma.
Enferma por culpa de los organismos que callan y consienten.
Enferma por los promotores que anteponen su negocio al bienestar deportivo de sus boxeadores.
Enferma por culpa de campeones acomodados que se quedan en lo alto entorpeciendo el ascenso de aquellos que los pueden superar: Tapones a fin de cuentas.
Traslademos este hecho a cualquier otro deporte y veremos sin lugar a dudas de lo enfermizo que es.
Imaginen ustedes a un deportista, un campeón que diga “no me insulten, yo no voy que pelear con Benavidez, ¿qué ha hecho este tipo para pelear contra mí?”.
Y yo me pregunto. ¿Qué mérito hizo Yildirim para pelear con el Canelo? ¿Mucho sparring? Y observen que he utilizado el término “pelear con el Canelo” y no “pelear contra el Canelo”.
Pero volvamos a lo de antes, traslademos este hecho a otro deporte, por ejemplo el fútbol.
¿No juega el Real Madrid con todos los rivales que le ponen por delante?
¿No se enfrenta el Manchester City con todos sus rivales aunque sean inferiores a él?
Imagínense por un momento al Real Madrid, actual campeón de Europa, diciendo “no, nosotros no vamos a jugar contra ese equipo de la liga X porque es inferior”. Es inimaginable, ¿saben por qué? Porque el fútbol es un deporte legislado y controlado por Organismos, y con sus pros y sus contras tiene una serie de normas serias que no cambian por el capricho de cuatro promotores mafiosos.
Es cierto. El fútbol no es como el boxeo, no es igual.
Vayamos pues a algo más cercano: la UFC.
La UFC que goza de magnífica salud, donde cada fin de semana se dirimen varias batallas para ver quien es el mejor o la mejor.
La UFC donde ningún campeón trata de evitar a un contendiente.
La UFC donde no hay tapones que puedan cerrar un desagüe.
La UFC que fluye porque los mejores avanzan, los campeones caen, incluso los mejores (Kamaru Usman por ejemplo).
Y mientras que el deporte fluye, veo que el boxeo se estanca. Cuesta la misma vida orquestar un combate de nivel, a veces años. Bien sea porque a Canelo no le gusta el rival o a Crawford o a Spence Jr, lo mismo me da.
¿Por qué no se imponen los organismos a los boxeadores? Si son los responsables de poner las normas y aplicarlas, ¿por qué las aplican con unos si y con otros no?
¿Por qué?
Porque esto es un negocio y los organismos se pliegan al capricho de cuatro promotores y de sus boxeadores representados.
Por eso se consiente que Crawford pelee con Avanesyan en vez de hacerlo con Spence Jr.
Por eso se consiente que Tyson Fury se enfrente en un combate sin sentido a un rival como Chisora al que ya ha ganado hasta la saciedad.
Por eso se consiente que el Canelo haga lo que le plazca y que esquive a Benavidez Jr. y que lo diga abiertamente cuando solo decirlo debería ser una deshonra para el boxeo mexicano.
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Por eso es.
Piénselo, ¿se imaginan ustedes a un boxeador mexicano diciendo eso hace treinta años? Impensable.
¿Qué boxeador mexicano dice que no se enfrenta con otros mexicanos? ¿Qué norma es esa? No se enfrenta con mexicanos ¿pero con Chávez Jr. si?.
¿Por qué con unos si y con otros no?
Esto es una vergüenza mayúscula. Pero hoy el boxeo ha perdido la dignidad, hay títulos que se regalan, los combates buenos se pierden o se olvidan, el tiempo pasa y se hace de este deporte un fraude.
Si este fuera un deporte serio, ya habríamos visto a Fury contra Usyk o Joyce.
Canelo se habría enfrentado a alguno de los campeones interinos que merecen la oportunidad que se han ganado.
Crawford habría peleado ya con Spence, Ryan Garcia con Gervonta Davis y Andrade con Munguia o con Triple G.
Pero no lo es. Es un negocio.
Marcos Nogueroles Hernández
