Los fieles de Filadelfia estaban de pie y vitoreando antes de que el mánager canadiense de los Filis, Rob Thomson, llegara a la línea de faul en su camino hacia el montículo. Siguieron vitoreando mientras Aaron Nola, el Phillie de carrera que fue candidato al premio Cy Young de la Liga Nacional en 2018 cuando tenía 25 años, pero que no siempre ha sido tan cálidamente abrazado en este estadio, miraba hacia el césped mientras se alejaba en la séptima entrada de una victoria de 9-1 sobre los Bravos en el Juego 3 del viernes que llevó a los Filis a la cúspide de su primera victoria en la Serie Divisional de la Liga Nacional en una docena de años:
Si Nola escuchó los vítores en Citizens Bank Park, no hizo mucho para reconocerlos. Eso no sorprendió a nadie. Nola se unió al zurdo Cliff Lee (2009) como los únicos lanzadores de los Filis con múltiples aperturas de más de seis entradas y sin carreras limpias en la misma postemporada.
Nola se convirtió en el duodécimo lanzador en la historia de la MLB en pasar más de seis entradas sin carreras limpias en cada una de las dos primeras aperturas de postemporada de su carrera.
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Solo tres de esos casos han ocurrido en los últimos 30 años, poniendo a Nola en compañía de Corey Kluber, de Cleveland (2016) y Matt Cain, de San Francisco (2010). Esto no debería ser sorprendente. Durante las últimas cinco temporadas regulares, solo Max Scherzer, Jacob deGrom, Gerrit Cole y Zack Wheeler tienen un fWAR más alto que Nola entre los lanzadores de la MLB.
