El Real Madrid se ha convertido en un mero espectador de los últimos días de mercado. Aunque es cierto que días atrás existió cierta incertidumbre respecto a varios jugadores. Empezando por Hazard, terminando por Asensio y pasando por Odriozola y Mariano. Es más, por Valdebebas dan por cerrado el mercado de salidas, una vez que el de entradas lo dieron por cerrado hace mucha semanas. Concretamente, ocho.
Como es lógico los dirigentes del club blanco están en alerta ante la posibilidad de que el teléfono suene trasladando alguna oferta por uno de sus jugadores con los que no cuentan, pero la realidad es que no la esperan y las cuentas que hacen hasta el mes de enero (en la segunda semana de noviembre para la competición) es de 23 jugadores más la presencia de Luis López (tercer portero).
El balance que hacen del verano es más que satisfactorio en cuanto se logró las dos contrataciones que perseguían (dejando al margen Mbappé) como eran Rüdiger y Tchouaméni. En cuanto a la salidas no se han cumplido todas las expectativas, pero saben que son esclavos de los contratos y que como tal el panorama no era sencilla.
Operaciones pendientes
Jovic, Casemiro, Borja Mayoral y Latasa han sido las operaciones con más peso, mientras que las de Mariano, Asensio, Odriozola, Hazard y Vallejo se han quedado en el camino. Y es que una vez más se ha demostrado que el futbolista no acepta aquello de salir del Real Madrid así como así, hasta en ocasiones sabiendo que lo tiene muy complicado para jugar.
¿Y ahora qué? Pues todos los jugadores estarán a las órdenes Carlo Ancelotti y si el italiano los necesita, los utilizará. Ni el Real Madrid ni el técnico piensan apartar ni marginar a nadie. Todos sabían el papel que iban a jugar y serán ellos los que se encarguen de dar la vuelta a la situación. No sería la primera vez, ni la última.