«Yo no participé en las negociaciones», dijo Neymar. «Mi padre siempre se ocupó de eso y siempre lo hará. Yo firmo todo lo que él me dice que firme. Jugar en el Barcelona siempre fue mi sueño, un sueño de la infancia», señaló.
El jugador de 30 años, sus padres, los expresidentes del Barcelona FC Josep Maria Bartomeu y Sandro Rosell, el presidente del Santos Odilio Rodrigues y representantes de ambos clubes enfrentan cargos de fraude y corrupción por la transferencia.
Los nueve acusados han negado reiteradamente las acusaciones, según Reuters.
Neymar da Silva Santos, padre de la estrella del Paris St-Germain, testificó: «Nuestra intención era preparar un plan de carrera para él en Europa, en el que ya teníamos un lugar establecido, podía aprender el idioma, etc. Y conociendo su sueño de jugar en el Barcelona, firmó ese acuerdo de prioridad con ellos».
El caso lo presentó la firma de inversión brasileña DIS, propietaria del 40% de los derechos de Neymar mientras estuvo en Santos, que alegan que su transferencia a Barcelona se infravaloró.
Los fiscales españoles buscan una pena de prisión de dos años y una multa de 9,8 millones de dólares para Neymar, así como una pena de cárcel de cinco años para Rosell.